Es un formato propietario que almacena datos de imagen sin comprimir capturados directamente por el sensor de la cámara. Esto garantiza una calidad de imagen óptima y una fidelidad de color excepcional. Los archivos CRW contienen información detallada sobre la exposición, el balance de blancos y otros ajustes de la cámara, lo que permite a los fotógrafos realizar ediciones precisas y personalizadas durante el procesamiento posterior. Además, los archivos CRW suelen ser grandes en tamaño debido a la falta de compresión, lo que los hace ideales para aplicaciones que requieren una alta calidad de imagen, como la fotografía profesional y la impresión de alta resolución.